Guerra cibernética: Víctimas inocentes
No parece haber guerra alrededor, sino mirada qué está continuando. Los medios de comunicación americanos y europeos están escribiendo solamente sobre ciberataques de Rusia, sobre interferencia en elecciones etcétera. Y presidente Putin, comentando respecto a los resultados de la Copa del Mundo, habla de casi 25 millones de ciberataques en las estructuras rusas del Estado solamente para el mes de la Copa Mundial de Fútbol. Resulta que está rabiando la guerra cibernética de hecho encendido, solamente por otros métodos. Y esta guerra tiene las víctimas, desafortunadamente, lo más a menudo posible inocentes.
En los últimos años, el asunto de “ciudades inteligentes” (y las docenas de proyectos técnicos digitales relacionados) se ha convertido en una fuente interminable de noticias. Las noticias son sobre todo buenas: en todas las partes del mundo en ciudades hay sistemas de transporte inteligentes; sistemas digitales de la video vigilancia; sistemas de iluminación inteligentes; gerencia de publicidad; sistemas de direcciones públicos etc.
Sin embargo, hay también el dorso de la moneda: los sistemas “inteligentes” de la infraestructura resultan ser no así que inteligente, no soportan ataques en curso del hacker. Son vulnerables a intrusos siempre más sofisticados. Y ésos, alternadamente, se limitan no más a los ataques contra cuentas bancarias, pero puntería para penetrar en las bases de datos cerradas, la comunicación y los sistemas de intercambio de datos, para torcer o para substituir la información transmitida. El caos informativo es muy difícil de transformar nuevamente dentro de una orden coherente.
Los acontecimientos ocurren de vez en cuando, similar a el que decidíamos hablar hoy. En marzo de 2018, los ordenadores en la administración de la ciudad de Atlanta (la ciudad más grande de Georgia con una población 6 millones de personas de y el crecimiento más dinámico de la zona metropolitana urbana en el EE.UU.) fueron infectados con un programa malicioso llamado SamSam. Consecuentemente, los servicios de la ciudad fueron forzados para parar el mantener de la población por una semana entera. Los expertos llamaron este ataque el ciberataque más significativo contra una ciudad grande.
Usted puede recordar otro caso notorio reciente, cuando 50 000 cámaras de vídeo en Japón eran hackeadas y dadas vuelta en una fuente de ataques de DDoS en todo el mundo.
No puede ser dicho que nadie se imaginaba algo similar. En 2014, los especialistas de la TI en la universidad de Michigan condujeron un ataque de la “investigación” contra la red de transporte de la ciudad y crearon caos temporal en los caminos de la ciudad, invalidando más que cientos semáforos. Las conclusiones extraídas no son indicativas de defectos de producto (en este caso, semáforos), pero de nuestra falta de preparación del sistema para las amenazas de la seguridad.
Los ejemplos, como el caso en Atlanta o Michigan, continúan multiplicándose. Los especialistas advierten ya que el número y la sofisticación de ciberataques aumenten solamente. Varios semáforos hackeados o cámaras de vídeo del camino son bastante dolorosos. ¿Y qué si los recursos críticos de la infraestructura nacional son en peligro?
A través del mundo, las ciudades están utilizando cada vez más soluciones digitales. Los medidores inteligentes están ayudando ya a millares de gente a guardar un record económico del agua y de la consumición de electricidad. Los sistemas inteligentes de la gestión de tránsito ayudan a reducir perceptiblemente el nivel de dióxido de carbono reduciendo o previniendo la formación de atascos.
Pero usted no debe olvidar seguridad. Previamente, los sistemas de gerencia fueron creados sin considerar la amenaza de la piratería o ataque cibernético.
Nos acostumbramos rápidamente a bueno y queremos más. Tenemos gusto de los coches sin claves, medidores inteligentes del estacionamiento, la iluminación casera y el aire acondicionado con control sobre el teléfono inteligente - la lista está consiguiendo más de largo con cada nuevo día. Naturalmente, antes de 2020, el número de dispositivos conectados con el Internet puede, según algunas estimaciones, alcanzar 50 mil millones. Una qué alegría para los fabricantes de dispositivos inteligentes. Pero al mismo tiempo esto también significa exponencial un mercado creciente de los servicios de seguridad, el desarrollo de nuevos métodos y las plataformas que previenen ataques.
Prevenir los ataques, cierre tantas escapatorias en nuestros dispositivos como sea posible, no hacen las víctimas inocentes de la guerra cibernética - está ésta no un deseo para nosotros todo para el futuro. Y puede ser hecha solamente combinando esfuerzos de servicios especiales, de desarrolladores, de fabricantes y de operadores de sistemas inteligentes.